El pasado miércoles 10 de mayo, Soraya Lamilla, que había cumplido 37 años en marzo, falleció en Miami. Fue una de las portavoces hispanas más importantes en la lucha contra el cáncer en Estados Unidos y en América Latina. Soraya ganó en 2004 el premio Grammy Latino en la categoría de mejor álbum de un cantautor y ese mismo año los organizadores de los premios Billboard de la Música Latina la honraron con el galardón Espíritu de Esperanza, un reconocimiento por sus esfuerzos de concientización a la comunidad hispana sobre la prevención y la cura del cáncer de seno.
La cantautora, que nació en New Jersey pero vivió varios años en Cali junto a sus padres colombianos, había perdido previamente a su madre, a su abuela y a una tía por cáncer de seno. Poco después de que le detectaran la enfermedad en 2001, a los 31 años, emprendió una campaña para la detección temprana del mal.
Mensaje que dejó Soraya para los diferentes medios de comunicación:
Estimados compañeros; durante todo este tiempo juntos, ustedes han sido mis fieles aliados en esta jornada, ayudándome a llevar mi mensaje a miles de hogares.
Sus muestras de cariño, su interés imparable en mi carrera y mi causa, ese granito de arena extra que siempre pusieron para hacer que mi misión dejara de ser solo mía para convertirse en nuestra misión, nuestras experiencias compartidas... todos y cada uno de estos momentos han hecho que cada día de mi vida sea especialmente importante.
En un mundo en el que la belleza superficial reina, hablar de un tema tan complicado como lo es el cáncer de seno no sería tarea fácil sin ustedes. El mensaje de detección temprana y prevención de cáncer de seno ha llegado y ha salvado a muchas personas gracias al tiempo que ustedes me permitieron estar en sus diferentes medios. Aunque aún no alcanzamos la meta, sé que día a día estamos más cerca de ella.
Sé que hay muchas preguntas sin respuestas, que la esperanza no se va conmigo, y sobre todo que mi misión no termina con mi historia física. Es por esto que durante estos últimos meses he dedicado mis energías a escribir, línea tras línea, respuestas a esas posibles preguntas. Con el paso del tiempo, estas líneas se convirtieron en páginas, y estas a su vez han formado un libro. Un libro lleno de experiencias consistentes y llenas de sinceridad. Un libro que al igual que mi música y mi misión no sería más que un mensaje sin destino si no tuviera el apoyo de ustedes.
Una vez más, muchísimas gracias por todo su amor; sólo me queda pedirles humildemente que continúen apoyando nuestra misión, no se dejen vencer... hay mucho camino que recorrer y esta lucha vale la pena. "...cuando sólo escuches el latido de tu corazón, encontrarás entre su ritmo y el silencio la razón...".
Con cariño,
Soraya
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