Hasta pronto negro

Mañana cuando Rosario se despierte, no va a ser un día mas, no va a ser un día cualquiera, va a ser el primer día sin el entrañable negro Fontanarrosa. Sus dibujos seguirán estando en nuestras bibliotecas, pero con el se van varios personajes, se va una parte de nuestra alegría, de nuestras risas. Hablar de Roberto me llena de orgullo, que gran tipo además de ser un genio, de haber dejado su vida por el dibujo, la literatura y por una sola camiseta, la del canalla del gigante de Arroyito. No compartimos camiseta, pero compartí muchas tardes con vos, leyendo tus libros y disfrutándolos, es que realmente sentía que vos estabas leyéndomelos, realmente sentía tu presencia aunque estabas en tu Rosario que tanto amabas y vas a seguir amando siempre. Quizás no tengo tu nivel de escritura ni mucho menos, pero créeme Roberto, que he llorado mucho cuando supe que te habías ido, como también lloré el día que nos escribiste una carta a los que somos fieles lectores de tu trabajo en el diario Clarín. Ojalá puedas leer mi carta desde donde estés, que hagas alguna de tus reflexiones, de tus comentarios, te admiro tanto. Gracias por haberme enseñado al no sentir culpa al decir varias malas palabras, a moderar mi lenguaje sabiendo que esas palabras existían y que las podía decir y que reemplazarlas muchas veces era innecesario. ¿Negro sabés algo? A pesar de ser de Huracán me dan ganas de irme corriendo y comprarme la de Rosario Central para ponérmela aunque sea un ratito, vos le dejaste tu sentimiento a esa camiseta y créeme que se siente en la gente. Con todo respeto, ¿me dejas decirte algo?, te admiro, para mi fuiste uno de los mas grandes que dio la literatura en este país, aunque ya se, me lo vas a negar, porque vos siempre negaste elogios y te pusiste a la par de cualquiera, pero vos sos grande y es hora de que lo consideres. Mira a esa madre con su hijo llorando tu partida, son dos generaciones diferentes, dos generaciones que crecieron con tu talento, con tus sentimientos explayados en un papel. En ese papel que te vio escribir y dibujar. Negro solo quería decirte que te vamos a extrañar, que voy a seguir leyendo tus libros aunque sé que ya no van a haber mas. Quizás algún homenaje, pero vos sabes que desde que tus manos lamentablemente dejaron de dibujar, los dibujos no van a ser los mismos y no fueron los mismos. Los que dibujaste vos me los guardo en el museo de mi alma, para leerlos siempre, para acordarme de tus frases, para tomar el desayuno con Doña Rosa y seguirme deleitando con lo que nos dejaste. Gracias negro, gracias Roberto Fontanarrosa.
Te saluda atte, Bryan Ezequiel Luna

(Hoy murió uno de los más grandes escritores, dibujantes, humoristas, que tuvo nuestro país. Con sus sesenta y dos años y cargando en el hombro una larga enfermedad. Quise dedicarle unas palabras a modo de homenaje y porque realmente sé que el negro esté donde esté las va a leer seguramente…)